El segundo vuelo de Finnair regresa de Tartu debido a una interferencia del GPS

Vuelo de Finnair AY1045 desde Helsinki, Finlandia a Tartu, Estonia

Desde agosto de 2023, han aumentado los informes de interferencias del GPS que interrumpen los procedimientos del tráfico aéreo y ponen en peligro la seguridad, lo que genera preocupación sobre el origen y las motivaciones detrás de estas perturbaciones. A medida que aumentan las sospechas, los dedos señalan cada vez más a Rusia como el probable culpable.

Mapa de precisión GPS proporcionado por AirNav RadarBox

Los incidentes más recientes sirven como recordatorios conmovedores de los riesgos tangibles que plantea la interferencia del GPS. El 26 de abril de 2024, el vuelo AY1045 de Finnair, con destino a Tartu, Estonia, se vio obligado a abortar su aterrizaje y regresar a Helsinki tras encontrar dificultades de navegación debido a una interferencia del GPS. Al día siguiente, otro avión ATR-72 experimentó un problema similar, y los pilotos lucharon por localizar el aeropuerto en medio de señales de GPS interrumpidas.

Mapas de densidad proporcionados por AirNav RadarBox

Estos incidentes no son aislados sino que forman parte de un patrón más amplio que afecta a numerosas aerolíneas. Según un informe, más de 2.300 vuelos de Ryanair, casi 1.400 vuelos de Wizz Air, 82 vuelos de British Airways y cuatro vuelos de EasyJet han informado de incidentes de interferencia del GPS desde agosto de 2023. Una interrupción tan generalizada subraya la gravedad del problema y sus implicaciones para el aire. seguridad en los viajes.

La dinámica geopolítica de la región del Mar Báltico agrava aún más las preocupaciones en torno a la interferencia del GPS. Esta zona sirve como punto de acceso donde los aviones militares occidentales se topan con frecuencia con aviones de combate y bombarderos rusos. En marzo, la confirmación por parte del gobierno del Reino Unido de la interferencia de la señal GPS experimentada por un avión de la RAF cerca del enclave ruso de Kaliningrado sólo amplificó las aprensiones sobre el entorno de seguridad de la región.

Las implicaciones de la interferencia del GPS van más allá de los simples inconvenientes para las aerolíneas comerciales. En una industria donde las decisiones en fracciones de segundo y la navegación precisa son primordiales, cualquier interrupción de las señales GPS puede tener consecuencias catastróficas. Los pilotos dependen en gran medida del GPS para la navegación, especialmente durante condiciones climáticas adversas o espacios aéreos desconocidos. La interferencia con estas señales puede provocar confusión, retrasos o incluso accidentes, poniendo en riesgo a los pasajeros y a la tripulación.

Los motivos detrás de la supuesta participación de Rusia en la interferencia del GPS siguen siendo objeto de especulación. Algunos analistas sugieren que podría ser una maniobra estratégica destinada a afirmar el dominio en la región o probar la preparación de las defensas occidentales. Otros la ven como una forma de guerra híbrida diseñada para sembrar el caos y socavar la confianza en la capacidad de la OTAN para proteger a sus aliados.